La marca Oro de Monte Albán se dedica a difundir y preservar la herencia cultural mexicana, por medio de hermosas piezas de joyería. Los aretes, brazaletes, collares y demás, representan a México y realzan su origen e inspiración.

Las joyas de Oro de Monte Albán son creadas a mano, con técnicas ancestrales de maestros del oro y la plata. Ellos moldean las creaciones, para mantener viva su herencia cultural.

Los artesanos de Oro de Monte Albán trabajan, con dos técnicas tradicionales. La primera es el vaciado a la cera perdida, la cual sirve para reproducir, en oro y plata, las piezas de orfebrería mixteca encontradas en la tumba 7 de Monte Albán. En ésta, se inyecta cera en un molde de caucho con la joya a elaborar, después se pegan todos los elementos en un tronco que se cubre con un tubo, para, finalmente, añadirle el metal. La joyería es terminada a mano, por los maestros.

La segunda, se trata de la joyería de filigrana, un estilo árabe que llegó junto con los españoles. Para realizarla, se funde el metal y se forma un tubo delgado, que se estira hasta obtener un hilo muy fino. Los artesanos moldean espirales y otras formas, para luego unirlas y crear la joya.

Oro de Monte Albán cuenta con cuatro colecciones: Boda, De Autor, Filigrana y Prehispánica. Cada una posee joyas únicas y especiales, que satisfacen los deseos de las clientas más exigentes.

También, tiene tres sucursales, una en Oaxaca, otra en San Miguel de Allende y la última en Ciudad de México. En la capital, se encuentran a la venta las piezas de Oro de Monte Albán, en The Shops at Downtown (Isabel la Católica, 30).

Isabel la Catolica núm. 30 Centro Histórico, CDMX.